Quito, 06 de mayo de 2020 – Cientos de estudiantes y docentes se dieron cita este 5 de mayo en la Universidad Central del Ecuador—la más antigua de Suramérica—para manifestarse en contra del recorte presupuestario que el gobierno anunció para la educación superior pública. De acuerdo a los manifestantes el recorte es inconstitucional y antidemocrático. El plantón pacífico organizado por las asociaciones estudiantiles contó con un protocolo de bioseguridad para mitigar el riesgo que las aglomeraciones representan ante un posible contagio de coronavirus. 

Desde que el gobierno anunció el 1 de mayo de 2020, un acuerdo ministerial para recortar $98,210,190.78 del presupuesto para educación superior pública, varias universidades han hecho escuchar su inconformidad en redes sociales. El argumento para el recorte es que se debe destinar los recursos a la emergencia sanitaria por el Covid-19. Sin embargo, semanas atrás el Estado ecuatoriano resolvió pagar los intereses de los Bonos Global 2020, por un monto superior a los 324 millones de dólares. El Ecuador sigue siendo uno de los pocos países en el mundo que ha cancelado su deuda externa desde que empezó la crisis humanitaria global por la pandemia de Covid-19  y al mismo tiempo, una de sus ciudades, Guayaquil, fue catalogada como la localidad con mayor numero de decesos por habitante en el mundo a causa de la pandemia.

La Constitución del Ecuador reza, en su artículo 165 numeral 2, que durante un estado de excepción el presidente podrá «utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación». Este atentado no solamente pone en peligro el empleo de miles de docentes y administrativos, pero además la institucionalidad nacional, el desarrollo académico, la producción de conocimientos, programa de postgrados y sobre todo, atentará significativamente sobre el derecho constitucional al libre acceso a la educación pública. 

La situación obliga a los estudiantes a tomar riesgos para hacerse escuchar. Desde el 2015 no se han incrementado los presupuestos para las universidades públicas ecuatorianas, en las que la mayor parte de universitarios del país reciben su educación. Este tipo de medidas representan una amenaza a la democracia, pues la educación pública es la única garantía para poder alcanzar una sociedad con igualdad de oportunidades y con herramientas para el desarrollo del pensamiento crítico; en la que la formación profesional es un derecho y no un privilegio. 

Fotoreportaje

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La indignación por los recortes en educación vence el miedo a un posible contagio de Covid-19: uno de los manifestantes ayer frente a la Universidad Central en Quito.


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Texto y fotos: redacción Radio Periferik & Mutantia.ch