El cielo sobre Quito está despejado como pocas veces durante las últimas décadas. Es una consecuencia directa de la disminución de la circulación vehicular, dice Valeria Díaz.
En la entrevista, la ingeniera química a cargo del levantamiento de datos sobre la calidad del aire en el Municipio de Quito, habla sobre las incidencias del Covid-19 en la contaminación y explica por qué los motores a diésel son los más perjudiciales para la salud humana. 

Quito, 29 de abril de 2020 – Valeria Díaz es la responsable de investigación análisis y monitoreo de la Red de Metropolitana de Monitoreo del Aire de Quito (REMMAQ). Los datos ambientales—aire, meteorología, ruido y agua—que permanentemente genera la Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito están a cargo suyo. 

Díaz trabaja en la REMMAQ desde que se fundó, en 2003. Es ingeniera química, cuenta con una maestría en ciencias químicas y una larga experiencia como investigadora. En entrevista telefónica nos explicó qué es exactamente la contaminación del aire y cómo ha variado en la ciudad de Quito desde que inició el aislamiento por covid19. 

Con sus 9 estaciones automáticas para medir la calidad del aire de manera continua, Quito es la única ciudad del país que tiene la capacidad de levantar permanentemente este tipo de datos ambientales. 

También conversamos sobre estrecha relación entre la calidad del combustible y la calidad del aire. La única forma de llegar a los valores ideales que plantea la OMS, de acuerdo con la experta, depende de la calidad de nuestros combustibles, en especial del diesel. 

Respecto al covid19, las personas que respiran aire sano están en mejores condiciones para enfrentar el virus que aquellas que viven en ciudades contaminadas. “Hay investigaciones que relacionan la exposición a altos niveles altos PM2.5 y dióxido de nitrógeno con episodios de covid19 más graves”, dice en esta ilustrativa entrevista, transcrita a continuación.


¿Nos puedes explicar técnicamente en qué consiste la contaminación del aire? 

Es la mezcla de todas las emisiones que tenemos en el aire, que incluye lo que emiten los autos, las industrias y hasta los propios árboles; como los eucaliptos que tienen ciertas emisiones. Emiten también los rellenos sanitarios, los volcanes, las canteras, etc.  A todo esto hay que sumarle las reacciones que suceden en el aire, porque se va mezclando el gas de los autos, con el gas de las industrias, con la radiación del sol, con gases que vienen de un volcán. Todo eso reacciona y finalmente tienes una inmisión que sería la concentración que determina la calidad del aire. 

¿Cómo se mide la contaminación del aire en Quito?

Desde el año 2003, Quito tiene una red de monitoreo de calidad del aire automática muy sólida y cuyos resultados han ido cobrando notoriedad nacional e internacional. Tenemos nueve estaciones que están midiendo de manera continua; es decir 24 horas al día, 365 días al año. Emitimos un valor promedio horario, tú puedes encontrar en la página web de la Secretaría de Ambiente el valor de la calidad del aire de la hora anterior. Toda la información se genera siguiendo los parámetros de la OMS y de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, que son los referentes globales. 


¿Qué es lo que miden las estaciones? 

En las estaciones medimos todos los criterios contaminantes que están especificados en la guía de la OMS: 

  • Dióxido de nitrógeno; principalmente emitido por la combustión de combustibles fósiles de industrias y vehículos. Usualmente se lo relaciona con emisiones de autos. 
  • PM2.5; también son emisiones de combustión, que viene principalmente de diesel o de bunker. 
  • Monóxido de carbono; relacionado principalmente con autos a gasolina
  • Dióxido de azufre: también vinculado con los combustibles utilizados en las industrias o por los autos, no viene de una reacción química, si no que el azufre que tienen los combustibles sale directamente por el escape.
  • PM10; es un material más grande que el PM2.5, su diámetro es el de un cabello humano dividido para 10. Es un contaminante que resulta de la mezcla de varias componentes como los metales pesados (aniones y cationes). 

¿Cómo afecta la contaminación ahora que tenemos un brote de un virus desconocido como el que produce covid19? 

Los problemas respiratorios, inflamatorios y gripales no están necesariamente relacionados con las época lluviosas, en las que uno sabe que hace más frío, sino más bien en época de verano; porque incrementan los niveles de ozono troposférico, que es el contaminante secundario que se forma con la radiación solar. El ozono es un gas irritante y al incrementarse inflama las vías respiratorias y facilita cualquier tipo de inflamación ya sea por una gripe o por episodios de asma.

Quito no supera límites de calidad del ozono ni de dióxido de nitrógeno, de acuerdo a normas nacionales y tampoco los que establecen las guías de la OMS. Pero evidentemente cuando suben los valores eso hace que se tenga un poco más de exposición, dependiendo de las personas: algunas son más delicadas que otras. Eso como un antecedente de la ciudad de Quito por nuestras características de sol intenso en el verano y un periodo de lluvias. 

Respecto al virus, hay algunas investigaciones que ya se han realizado y que relacionan la exposición esto a niveles altos de PM2.5 y dióxido de nitrógeno con episodios de covid19 más graves. Si el o la paciente ya presenta un sistema cardiovascular y respiratorio inflamado, es más fácil que llegue ahí una bacteria o que se infecte de un virus. Si tienes un lastimado en la mano ahí te va a caer la infección, no en el resto de la piel. Si estamos lastimados por dentro, es más fácil que ahí llegue el virus y nos produzca una infección más complicada. 

¿Cómo afecta a la salud la presencia de estas partículas en el aire?  

Dependiendo de su tamaño, las partículas pueden entrar en el organismo. 

Por ejemplo, el PM10 se queda en los niveles altos del sistema respiratorio (ojos nariz garganta), lo que puede provocar una infección en la garganta o una conjuntivitis. 

El PM2.5, de menor tamaño, puede ingresar directamente al alveolo pulmonar, lo que equivale a entrar directamente en la sangre. Ahí la cuestión se hace más peligrosa porque se ha demostrado que el PM2.5 produce inflamación del sistema respiratorio profundo, afecta al sistema cardiovascular e inclusive es cancerígeno.  

¿Cuál es la situación con el PM2.5 en Quito?

El PM2.5 es un problema global. El aire no tiene fronteras; así como el coronavirus está en todo lado, igual la contaminación viaja, va por todo lado. Los incendios que se estaban produciendo en Venezuela y en Colombia llegan a Quito. El incendio que se produjo en la Amazonía el año pasado afectó a la calidad del aire de Quito. Por ejemplo, el desierto del Sahara tiene una influencia en Bogotá, pero no llega a Quito. Entonces en todo lado se mezcla la contaminación y tenemos estos problemas. En Quito tenemos dificultades con el PM2.5, si bien no superamos los límites fijados por las normas ecuatorianas de calidad del aire—excepto en 24 o 31 de diciembre, por los fuegos pirotécnicos y la quema de los años viejos y alguna ocasiones esporádicas en verano, tal vez por algún incendio forestal. Pero sí superamos los límites de las normativas de la OMS y eso no lo podemos ocultar: es un problema que tiene la ciudad. Esto ocasiona la inflamación de los sistemas respiratorios y problemas cardiovasculares, lo que aumenta las posibilidades de tener cualquier infección. 

¿Cómo se compara Quito con otras ciudades de la región u otras de condiciones similares? 

A nivel nacional, Quito es la única ciudad que mide la calidad del aire con estaciones automáticas. Cuenca también tiene una estación automática. . Los valores de Cuenca son más bajos, pero tiene solamente tiene una estación, entonces no sabemos lo que pasa en otros puntos de la ciudad. Quito tiene más contaminación que Cuenca porque tiene más habitantes, más altura y eso se nota en los datos que generamos. 

Quizás Bogotá es una ciudad similar a Quito por la altura, evidentemente tienen mas habitantes pero también tienen episodios de contaminación más crítica porque tienen mucha afectación por incendios forestales en la región. A nosotros nos protege muchísimo la cordillera, lo que nos permite mantener la calidad del aire en algunos puntos y mejorar en algunos escenarios, inclusive en material particulado.  Tampoco registramos episodios muy graves de ozono, a pesar de que en el verano hay más radiación y las emisiones pueden ser más altas.Pero en regla general, si no hay un incendio forestal que nos afecte directamente, los niveles de ozono se mantienen dentro de normas de calidad de aire. 

Ingeniera Valeria Díaz, responsable de investigación análisis y monitoreo de la Red de Metropolitana de Monitoreo del Aire de Quito (REMMAQ)

¿Qué tiene que ver la contaminación del aire con la calidad de los combustibles? 

Está totalmente relacionado. Nuestros combustibles tienen unos niveles de azufre muy altos. El azufre produce una corrosión interna de los motores que hace que el material particulado incremente. Entonces, esas emisiones negras que vemos salir de las busetas son un ejemplo, si se puede ver la partícula quiere decir que es más grande. Mientras más chiquita ni siquiera le alcanzas a ver, pero se queda flotando en el ambiente. La calidad del combustible está relacionada directamente con el material particulado PM2.5, que se queda en el ambiente. 

¿Cuál es el inconveniente de los motores a diesel? 

En general el diesel, por la cantidad de azufre que tiene y su forma de combustionar, genera más material particulado PM2.5. El diesel que nosotros utilizamos tiene como norma 500 partes por millón de azufre, es decir que si dividimos cierta cantidad de diesel en un millón de partes, 500 de ellas corresponden al azufre. Es una cantidad muy baja, pero tiene un efecto importante en el desgaste de los motores y también en el aire. En otros lugares del mundo los valores límites son ultra bajos de concentración de azufre: menores de 30 y hasta de 10. Con nuestro tipo de combustible, la tecnología vehicular que debe circular por la ciudad corresponde a vehículos máximo tipo Euro3, es decir un auto con tecnología de los años 60 o 70. Tenemos que pedir que nos hagan vehículos  con tecnología vieja para que funcione bien con nuestro combustible. Si utilizamos un auto con mejor tecnología no se daña, pero al poco tiempo también va a empezar a emitir altas cantidades de material particulado. 

¿Cómo afectan las condiciones geográficas de la ciudad?       

Estamos a 2800 metros sobre el nivel del mar, los autos hacen más esfuerzo por la falta de oxígeno y tienen una combustión más floja. Entonces si tienes un motor que no es lo suficientemente fuerte, como esas furgonetas escolares que suben la cuesta de San Juan y sale una humareda terrible, se está dañando el vehículo porque no avanza y por lo tanto emite más. Entonces claro que afecta. Por eso los buses de transporte público que se utilizan en Quito no pueden ser cualquier bus. Hay que diseñar un motor para manejar específicamente a 2800 metros sobre el nivel del mar y en rutas típicas de nuestra ciudad, que incluyen unas fuertes subidas. 

¿Qué me puedes decir sobre la temporada actual, cuando el parque automotor circula en un quinto de su capacidad? ¿El efecto en la calidad del aire se nota? 

La contaminación ha bajado enormemente, entre el 50% y el 60%. Ahorita estamos cumpliendo guías de la OMS en casi todos los contaminantes, sobre todo el material particulado PM2.5, que es lo que más nos afecta. Lo más curioso es el cambio en el perfil horario, es decir en la contaminación respecto a la hora del día. Por ejemplo ya no hay el pico de contaminación entre 6 y 9 de la mañana, eso bajó completamente, pero en cambio tenemos un pico luego del medio día. Eso quiere decir que la gente sale tarde y a la 1 de la tarde está desesperada para regresar a su casa porque a las 2 empieza el toque de queda. 

Finalmente, ¿qué podemos hacer a futuro para estar dentro de los límites que indican las guías de la OMS? 

Quito incumple esas normas desde hace al menos 10 años. La idea es ir migrando hacia una exigencia mayor, pero para poder hacerlo debe haber alguna política detrás que pueda permitir esa mejora. En nuestro caso dependemos de la calidad del combustible del país o de la reducción de la circulación vehicular como ahora, lo que trae como resultado datos maravillosos. 


Entrevista: Emilio Bermeo
Infografía: Viviana Jaramillo
Colaboración: Romano Paganini

+ + + Trabajo colaborativo entre La Línea de Fuego, Acapana, Radio Periférik y mutantia.ch + + +

One Reply to “Contaminación en Quito ha bajado entre 50 y 60 por ciento”

  1. Excelente información sobre un trabajo serio y muy profesional, sobre la calidad del aire en Quito. Este Corona virus, ha permitido conocer en que nivel de contaminación de aire vivimos. Ojalá se continúe con este esfuerzo de mejora de nuestro aire y así mejorar la salud de los Quiteños y sus miles de turistas!! Felicitaciones a la Ing. Valeria Díaz y a su equipo.

Comments are closed.