Investigación y entrevistas: Romano Paganini (mutantia.ch)
Fotografías: Alejandro Ramírez Anderson
Edición de vídeo: William Polo y Emilio Bermeo


Video: Heridos rompen el silencio desde el Hospital Eugenio Espejo después el Paro Nacional

Quito, 12 de febrero 2020 – En enero de 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó en su informe respecto a las manifestaciones de octubre de 2019, que el uso de la fuerza por parte de la policía y de los militares fue desproporcionado. Lo declaró incluso como “la causa principal del alto número de personas heridas” y advirtió al Estado ecuatoriano de “haber incumplido con sus obligaciones de respeto y garantía del derecho a la integridad personal, consagradas en la Convención Americana sobre los Derechos Humanos», suscrita en 1977.

Durante y después del paro, 1.340 personas se dejaron atender en los distintos centros de salud pública del país. Sin embargo, las estadísticas del Estado no reflejan los cientos de personas que a pesar de sus lesiones optaron por ser atendidos en la calle, atenderse de forma privada o simplemente no atenderse. Algunos también fueron rechazados por los centros de salud porque éstos no daban abasto y atendían sólo a los heridos graves. Los y las integrantes de las brigadas médicas que estaban en el terreno calculan hasta cuatro veces más heridos de lo que revela el gobierno.

Fotografía: Alejandro Ramírez Anderson

Además, existen testimonios de que los heridos y las heridas que sí se dejaron atender en el Hospital Eugenio Espejo no podían acceder libremente a sus historias clínicas. Según uno de ellos, que contó su experiencia a la CIDH, y cuyo testimonio coincide con nuestra investigación, las enfermeras fueron instruidas por la Ministra del Gobierno, María Paula Romo, para que no revelasen información respecto al estado de los afectados durante las manifestaciones.    

Pocos días después de que termine el paro, la dirigente Luisa Lozano, en representación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), empezó a investigar dentro de los Centros de Salud. Desde los medios de comunicación el acceso a estos Centros fue muy difícil, por no decir imposible. Nuestras solicitudes para conseguir más información acerca del tema fueron ignoradas, tanto por el Ministerio de Salud como por la dirección del Hospital Eugenio Espejo. Por ello tomamos la decisión de entrar a este centro sin permiso oficial y con el consentimiento de los heridos y sus familiares. Sentíamos la necesidad de visibilizar las historias de aquellas personas que fueron víctimas de la política de represión por parte del Estado y que hoy en día viven con alguna discapacidad en uno de sus brazos o piernas, perdieron un ojo o—como en el caso de Edgar Yucailla—ya no viven.

Hasta el día de hoy el presidente Lenín Moreno relativiza la violencia de la Fuerza Pública y responsabiliza sobre todo a los manifestantes y los supuestos infiltrados. Días después del informe de la CIDH, el primer mandatario declaró por Cadena Nacional que la policía solamente usó material disuasivo durante el paro: “No usó armas letales y no disparó ni una sola bala”.

Fotografía: Alejandro Ramirez Anderson

Este material forma parte de un trabajo colaborativo entre Mutantia (Suiza) y Radio Periferik (Ecuador).