PeriféiK presenta La esquina de ÍDEM, una serie de caricaturas que abordan los grandes temas que caracterizan a la condición humana en tiempos actuales.


Dibujo, escribo, pienso.

Necesito hablar sobre lo que me rodea, algo que el arte ha hecho desde siempre y no es novedad; o sí, puesto que el momento que vivimos es siempre viejo pero nuevo. Por eso hablo desde HOY y mirando el HOY que nos está viniendo del mañana e incluso da signos de vida desde el pasado, con sus tradiciones y costumbres.

Dibujo para los demás al mismo tiempo que para mí, y nunca puedo dibujar si no es para mí mismo, al mismo tiempo que para otros.

Intento comunicar pero atreviéndome a la sorpresa que puede generar el contraste entre el mundo interior de ustedes y el mío, por lo que comunicar es muchas veces una consecuencia y no una meta, y algunas veces—quién sabe si no son la mayoría—solamente es lo que al menos siempre es: mero compartir.

Acepto la responsabilidad de hablar sobre el momento actual para preguntarme y preguntarles sobre el camino a tomar, pero no la responsabilidad de responder por mi mismo, yo solo; ni siquiera cuando no pongo signos de interrogación, por olvido o atrevimiento, cuya comprensión agradezco.

Si hablo intento hablar para todos, no para unos pocos.
Puedo ser un poco triste por las cosas que pasan, pero intento ser optimista, o quién sabe, optimista con reserva, atento a captar en mi punto de vista los palos atravesados en el sendero, que espero que no hagan tropezar a nadie.

Me ocupo en mostrar la forma en que el momento actual se peina, y a veces le saco fotos incómodas: recién salido de la cama, antes del espejo.

Dibujo sobre los paraísos, los sueños, las nuevas posibilidades, las viejas herramientas, extrañas formas de ordenar que me atraen, o inquietantes estructuras que parecen futuristas pero están, hoy mismo, en este planeta, a veces incluso presentes en los libros y los proyectos del pasado de nuestras sociedades.

Estudié arte pero no exactamente dibujo; viajé bastante y de diferentes modos, pero ahora no lo hago tanto aunque lo volveré a hacer sin dudas. Pienso que mis particularidades no son tan importantes como lo que pueda mostrar a través de mi obra.

Duermo, me ducho, como, voy al baño, como todos. Me canso, hago ejercicio, me subo a los buses, me expongo al sol y a la luna, entro en los comedores, canto a veces, toco mi guitarra, golpeo un tambor, bailo, a veces me voy.

Tengo familia, y me gusta. Tengo amigos. Conocidos. Aprendo de todos y voy a aprender de ustedes.

No soy una máquina. Siento.
Pienso. Escribo. Dibujo.

–ÍDEM, febrero de 2020